El Duomo, el Campanile de Giotto y el Baptisterio de San Juan

Estos tres lugares para mi son maravillosos y es un punto de visita obligada cuando se viaja a Florencia. Robert Langdon espera encontrar la máscara mortuoria de Dante en el Baptisterio de San Juan (Battistero di San Giovanni), siguiendo instrucciones de su amigo El Duomino, que le dejó un extraño mensaje en el contestador de su secretaria antes de morir. El Duomo, el Campanile de Giotto y el Baptisterio de San Juan son los tres muy importantes en el libro, siendo este último el que toma la mayor relevancia y el que mejor se describe en las palabras de Dan Brown.

El Baptisterio de San Juan, de forma octogonal haciendo alusión visual al octavo día que para los cristianos representaba renacimiento y recreación (después del famoso séptimo día en que Dios termina su creación), ha sido siempre un monumento bajo la sombra de las eclipsantes estructuras que tiene a su lado (Duomo y Campanile). Sin embargo este eclipse solo existe hasta que uno entra al interior y aprecia el mosaico del techo << Retornaré poeta..., a la fuente de mi bautismo. >> Las puertas principales del edificio son magníficas y han sido relacionadas desde la época de Miguel Ángel con las puertas del paraíso, dada su belleza. Fuero hechas por Lorenzo Ghiberti y laureadas por Giogio Vasari como una obra perfecta. En las alas de la puerta se escriben diez escenas bíblicas en cuadros de bronce, pero debemos saber que estas batientes son fiel copia de las originales que se almacenan en el Museo dell'Opera del Duomo.